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Una Historia para contar 15.10.2014

Yeider González

3 años de edad, fue encontrado hace siete meses por nuestros trabajadores sociales en una zona muy pobre de Bogotá (Colombia). Pero lo que los asistentes vieron por primera vez, no era tan una cara asustada o esos grandes ojos llenos de lágrimas... Era su pequeña mano y tres dedos, saliendo del agujero de la puerta cerrada de su casa...

Fue el comienzo de una historia... Una historia que contar...

Durante sus visitas domiciliarias en las comunidades pobres, nuestro equipo de trabajadores sociales y psicólogos visitó una zona muy peligrosa cerca de nuestro nuevo Hogar Bambi Bogotá. De repente, los gritos desesperados de un niño han atraído su atención. Se encontraron en frente a una choza, con una puerta cerrada y oído los gritos aterrorizados desde el interior. Llamaron para ver si había alguien. Al ver que nadie respondía, comenzaron a acercarse a los vecinos y una chica de unos 16 años, visiblemente embarazada, comenzó a correr hacia el cobertizo. Ella les dijo a nuestro equipo que la madre le había puesto a cargo de sus chicos, pero ella podía cuidar de ellos solo de forma esporádica porque ya era responsable de su madre enferma. Les abrió la puerta y les invitó a entrar.

Nuestro equipo estaba totalmente sorprendido por el espectáculo. Dos niños pequeños: Yeider que, como anunció su llanto era totalmente aterrorizado y su hermano, Pedro un bebé de 16 meses !!! En torno a ellos: el caos total. En este caos, mientras que se hablaba con la chica, Yeider empezó a jugar con sus preciosos juguetes: varias tapas de botellas de colores que había apilados cuidadosamente en la mesa de madera. Una brigada Bambi de emergencia llegó a la escena. Más tarde nos acercamos a la madre, Teresa, una mujer desplazada que había llegado del sur de Colombia, debido al conflicto interno. Su marido había sido asesinado por la guerrilla, hace 3 meses y se encontró solo y sin nada. Se ganaba laboriosamente la vida con el reciclaje de papel en las calles de la ciudad.

Los dos niños fueron recibidos en nuestro Hogar Bambi, seguían un programa de nutrición, de rehabilitación y de desarrollo psicomotor, con un tratamiento para su enfermedad respiratoria causada por las condiciones ambientales precarias en las que vivían. Pero sobre todo la atención en particular para llenar la falta total de amor!

Teresa entró en el programa de Promefa que ofrece a los padres la oportunidad de construir un proyecto de vida, con un enfoque en el empoderamiento, la autoestima, la educación de los niños y la capacitación técnica para iniciar su propio negocio. Teresa tiene ahora su propia estructura de producción y se trasladó en una vivienda más saludable. Es una persona nueva con confianza en sí misma. Sus hijos no son más encerrados!

Hay miles de niños todavía encerrados !! En Colombia, 2.875.634 niños de 0-5 años viven en condiciones de pobreza extrema. Debemos liberarlos de la enfermedad, la desnutrición, las condiciones miserables, pero sobre todo liberar sus corazones enfermos y heridos. Muchas gracias !!